Según explicaron las investigadoras, el modo de aplicación está siendo evaluado, pero la idea es hacerlo vía nasal, como una nebulización, o eventualmente endovenoso.
Ocurrió alrededor de las 9. El lugar funcionaba como depósito de combustibles, por lo que las llamas se esparcieron rápidamente arrasando con todo y formando una gran nube de humo negro.
Se trata del acto criminal más mortífero en la historia de Japón. El hombre roció el lugar con líquido inflamable y con un encendedor desató las llamas.