La maldición de Charles Leclerc continúa en Mónaco. Al menos, esta vez ha podido concluir la carrera, aunque no del modo que él habría deseado. El local lideraba la prueba bajo condiciones de mojado, pero un malentendido relegó al piloto de Ferrari a la cuarta posición y tuvo que conformarse con ese resultado cuando tuvo todo para volver a ganar en la Fórmula 1.

El confuso momento se dio cuando el monegasco recibió la orden de ingresar a boxes para cambiar los neumáticos intermedios por duros: “Box ahora, box para el neumático duro”, le dijeron e inmediatamente se metió pero cuando comenzó a transitar la calle interna cambiaron de idea, aunque ya era tarde. “¡Quédate afuera, quédate afuera!”, se escuchó y Leclerc estalló de bronca.

“¡¿Qué estás haciendo?!”, expresó y acompañó su enojo con algunos insultos. Al cruzar la bandera de cuadros, Charles mostró su gran disgusto. “Sin palabras, sin palabras… Ay, ay, ay… La temporada es larga, pero no podemos hacer esto. No podemos…”, lamentó abiertamente porque sabe que dejó pasar una chance inmejorable de recuperar la cima del certamen.

Luego, más calmado, explicó: “Me preguntaron por radio si podíamos ir a seco pero era demasiado pronto. No sé cuál fue el motivo del cambio de idea, fuimos a por intermedio y perdimos una posición. Después, un mal entendido. Carlos entró en el último momento y me lo encontré justo delante”.  “Han sido muchas elecciones erróneas y en casa es difícil de digerir. Resetearé, pero esto no puede suceder”, cerró Charles que ahora se ubica a nueve puntos de Max Verstappen.

El director del equipo Mattia Bionotto, hizo autocrítica y reconoció que “sin duda es decepcionante” no haber ganado una prueba en la que los Ferrari salían en primera y segunda posición. “Tomamos decisiones equivocadas que tendremos que revisar. No hemos estimado bien el ritmo de los intermedios y podíamos haberlo dejado más tiempo a Leclerc fuera para proteger la posición con Max”, explicó y cerró: “Han sucedido muchas cosas y son decepcionantes”.