Las lluvias registradas durante las últimas semanas en Santa Fe provocaron la aparición de mosquitos de gran tamaño que alarmaron a los ciudadanos. La presencia de estos insectos despertó además las dudas acerca de su origen y potenciales peligros que podrían representar.

Sin embargo no es la primera vez que los santafesinos hablan de esto. Entre 2016 y 2017, después de la serie de inundaciones que se produjeron en la región central y en donde estos animales, conocidos con el nombre de Gallinippers (monstruo), se convirtieron en una plaga, sobre todo en zonas rurales.

Se trata de un tipo de mosquito muy común en América del Norte, en las zonas de clima más tropical. Además siempre aparecen luego de fenómenos cómo los huracanes.

Esta especie sobresale a las demás ya que su tamaño es cuatro veces el tamaño de un mosquito normal. Su nombre científico es Psorophora ciliata, pero suelen llamarlos gallinippers. Las larvas son también grandes y muy agresivas, y es por eso que puede notarse una disminución de otras especies durante la proliferación de este gigante, ayudando a combatir enfermedades como el dengue o el zika, transmitidos por ejemplares más pequeños.