El mismo día en el que se halló el cuerpo del agente dentro de su auto incendiado, se detuvo a un amigo suyo de la infancia que confesó que fue por celos.
Ariel Andrés Aguirre recibió varias puñaladas en el tórax y un amigo suyo de la infancia confesó que lo asesinó por celos ya que la víctima se hablaba con su novia, que estaba por recibirse de policía.