El santafesino Rubén Rézola compitió en la final B de K1 200, luego de tener una buena clasificación. Sin embargo, terminó la carrera en el penúltimo lugar y se despidió de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Luego de terminar su competencia, el palista brindó declaraciones a la prensa y criticó duramente a su federación por no darle el apoyo necesario para participar en los Juegos. “Me gustaría que algunas cuestiones federativas mejoraran, sobre todo en contemplar la salud mental. Me quitaron la beca por unos cuatro o cinco meses porque no pude asistir a una concentración, pero mentalmente no estaba preparado para concentrarme lejos de casa. Merezco una disculpa pública”, expresó.
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“Tuve hasta que trabajar para pagar mi alquiler y gastos. Mi vieja, mi novia y mi familia tuvieron que ayudarme”, agregó Rézola al borde del llanto. Pero el reclamo no terminó ahí: “espero que nunca más le falten el respeto a un atleta de alto rendimiento. No hice nada fuera de lo común y fuera de la reglamentación. Simplemente pedí permiso para poder entrenarme desde mi casa, y creo que la federación debería cambiar su reglamento porque cada atleta debe poder elegir con quién entrenarse”, aseguró.
Por último, Rubén Rézola analizó su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y expresó que quedó conforme. “Di todo en cuanto a mis posibilidades. Estuve con un dolor de muñeca debido a una caída, pero dentro de todo pude remar bien. Me habría gustado en la final B tener mejores sensaciones que en la semifinal, pero estoy contento por haber llegado hasta acá”, cerró.