De un goleador a otro. César Andrés Carignano, quien supo vestir la casaca rojinegra y hacer goles en el Brigadier López, le dedicó un mensaje a Wilson Morelo, el 9 del equipo de Pablo Lavallén y la figura del encuentro frente a Zulia, y a Luis Miguel Rodríguez, el crack de Colón que marcó la diferencia.
El ex goleador, que ahora oficia de periodista en LT10 y de escritor, les dedicó unas emotivas palabras en sus redes sociales a los jugadores de Colón que consiguieron meterse en semifinales de Copa Sudamericana. Según Carignano, las claves del encuentro de la noche del jueves pasaron por “el oficio de un 9 jugando de 9, con olfato para cazar una bocha y aliviar; y con autoestima suficiente para resolver todas bien, luego. Y el talento de un conductor jugando de frente a la cancha, en su hábitat, con un 10 en la espalda que le queda tan bien como en el alma”.
“Morelo y Luis Miguel, para que la música Sudamericana siga retumbando, un ratito más al menos, en la piel rojinegra que baila esta noche sin apuro y sin final”, concluyó luego.
En el traicionero terreno de los detalles, el oficio de un 9 jugando de 9 y el talento de un 10 jugando en su hábitat rescataron a Colón; y lo hicieron semifinalista Sudamericano…@ColonOficial pic.twitter.com/VY0Ka3J2P7
— César A. Carignano (@canitovaledoble) August 16, 2019
Lee la carta completa:
Antes del llanto, del abrazo del pibe con el viejo o el nono o la vieja o la nona; antes del festejo infinito por saborear mieles continentales que el Pueblo sabalero solo saboreó hace veintipico de años; y antes de la goleada exagerada ante el Zulia, hubo una serie difícil, gobernada por los detalles.
Y en ese terreno tan traicionero el oficio y el talento rescataron a Colón, lo catapultaron por encima de los obstáculos. El oficio de un 9 jugando de 9, con olfato para cazar una bocha y aliviar; y con autoestima suficiente para resolver todas bien, luego. Y el talento de un conductor jugando de frente a la cancha, en su hábitat, con un 10 en la espalda que le queda tan bien como en el alma. Morelo y Luis Miguel, para que la música Sudamericana siga retumbando, un ratito más al menos, en la piel rojinegra que baila esta noche sin apuro y sin final.