Ni siquiera el fútbol femenino escapa a las generales de la ley: la violencia. En la liga cordobesa, Universitario se enfrentaba a Libertad y le ganaba por 2 a 1, hasta que empezó el caos. Tantos fueron los golpes que tres jugadoras debieron ser hospitalizadas.

Los desmanes comenzaron sobre el final del partido, cuando el árbitro cobró un penal para Universitario, que decretó el 2 a 1. El director técnico y una jugadora de Libertad, protestaron la decisión y fueron expulsados. Entre las protestas, hubo un primer empujón y ya no se pudo parar: tras jugadoras de la “U” fueron hospitalizadas.

Ambas instituciones repudiaron el episodio y se pusieron a disposición para colaborar. Se espera el informe del árbitro y la sanción del Tribunal de Disciplina.