
Este domingo, la provincia de Santa Fe llevó a cabo la elección legislativa pendiente dentro del marco nacional, en la que se renovaban nueve bancas en la Cámara de Diputados de la Nación.  La jornada tuvo como novedad la aplicación de la boleta única de papel en todo el territorio provincial. 
Con más del 90 % de las mesas escrutadas, la fuerza oficialista nacional La Libertad Avanza (LLA) obtuvo aproximadamente el 40,73 % de los votos en Santa Fe. A continuación, se ubicaron las formaciones opositoras: Fuerza Patria alcanzó cerca del 28,65 %, y Provincias Unidas obtuvo alrededor del 18,33 %.
El resultado la de fuerza al oficialismo a nivel nacional, lo que puede facilitar el impulso de su agenda en el Congreso, pero a su vez establece un nuevo micromapa político de Santa Fe: la fuerza nacional logra imponerse, pero la oposición mantiene un sostén importante que podrá jugar de contrapeso en el ámbito local y federal.
¿Qué implica para Santa Fe?
La victoria de LLA en la provincia no sólo suma bancas sino que también fortalece su conexión territorial. A su vez, las fuerzas opositoras deben revisar sus estrategias, ante la evidencia de que el oficialismo conserva vigor en un distrito clave.
Qué queda por ver
Aunque los resultados provisorios ya marcan una tendencia firme, resta completar el escrutinio definitivo y analizar cómo se traducirá este mapa político santafesino en la dinámica parlamentaria nacional: alianzas, negociaciones y distribución de poder serán los ejes de los próximos meses.
En conclusión, Santa Fe no solo reafirmó su peso electoral, sino que se posiciona como una de las provincias que validan el predominio político del oficialismo nacional, al tiempo que mantienen vigentes los desafíos de la oposición.
 
             
		


















 
