Los delincuentes, se lastimaron y dejaron un rastro de sangre. Además, la particularidad del robo es que la mercadería no sirve, ya que todo pertenece a un solo pie.
Dos hombres y una mujer entraron a robar. Como la dueña de la casa no tenía plata se llevaron a su hijo de un años al que dejaron abandonado a la vuelta en la puerta de un vecino.