Quienes iban en un colectivo de línea debieron bajarse y refugiarse en una iglesia. A un policía le pegaron en la cabeza y le debieron hacer 10 puntos.
La ministra de Seguridad de la Nación reveló que los cabecillas de la banda "pagan entre 2.500 y 4.000 pesos" a quienes se encargan de atacar los frentes de la ciudad de Rosario.