Hasta ahora, el torneo brasileño se desarrollaba en un lapso de nueve meses, con una programación que muchas veces chocaba con las instancias decisivas de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Con el nuevo esquema, se busca darles mayor previsibilidad a los equipos y mejorar la preparación de los futbolistas en la antesala de los torneos internacionales.
La noticia cobra aún más relevancia en un momento en que Flamengo reclama públicamente una mayor tajada en el reparto de los derechos de televisión, convencido de que su masividad y rating justifican ingresos superiores al resto. Si la nueva normativa avanza con firmeza, la presión sobre la distribución de recursos se volverá un tema central en la política del fútbol brasileño.
El tercer cambio anunciado apunta a la tecnología: el offside semiautomático, que ya funciona en la Premier League y en torneos de la UEFA, se sumará al Brasileirao a partir de 2026. El sistema, que utiliza cámaras de alta precisión para detectar la posición de los jugadores, promete reducir los tiempos de revisión del VAR y minimizar los errores en jugadas finas. La CBF destacó que este avance permitirá darle más transparencia y dinamismo al juego, un reclamo frecuente de futbolistas, entrenadores y aficionados.
De acuerdo a lo publicado por 365Scores Brasil, todas estas novedades forman parte de una estrategia más amplia para modernizar la liga y reforzar su competitividad a nivel internacional. La intención de la Confederación es que el Brasileirao no solo sea la cantera inagotable de talento que históricamente exporta figuras al mundo, sino también un campeonato con estándares organizativos y tecnológicos comparables a los de las principales ligas europeas.