En la noche del jueves, dentro del marco de los festejos por el 99º aniversario de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Canticuénticos puso la energía y la música para coronar una nueva noche de celebraciones en la explanada del rectorado.
El grupo santafesino de canciones infantiles, reconocido dentro y fuera del país, fue el encargado de cerrar una nueva edición del recital aniversario desafiando los pronósticos ante un numeroso público de diversas edades que disfrutaron las alegres melodías creadas por la banda. Por su parte, los integrantes de los talleres de música de la Escuela Primaria de la UNL fueron los encargados de darle ritmo y calor a la previa con un brillante repertorio instrumental y voces corales.
La noche se dio incio con la demostración del arduo trabajo de los talleres de guitarra, teclado, flauta y percusión. Sobre el escenario se pudo disfrutar de un ensamble a cargo de 40 instrumentistas y 47 coreutas, grupo integrado por alumnos de 5º, 6º y 7º grado de la escuela.
Con los artistas en el escenario, el público se sumó con las palmas a la secuencia rítmica de bombos que abrió el repertorio y que continuó con las brillantes interpretaciones de “Cactus”, de Gustavo Cerati; “El Tamalito”, de Andrés Soto; y “La arenosa”, de Mercedes Sosa. Luego fue el momento de evocar a Sui Generis con “El Tuerto y los ciegos” para luego dar el cierre con los ritmos africanos de “Shosholoza” que después mutaron a las percusiones charrúas de “Te Parece”, de Ruben Rada.
Daniela Ranallo, Laura Ibáñez, Ruth Hillar, Gonzalo Carmelé, Daniel Bianchi y Alejandro Ferrero, en reemplazo eventual de Nahuel Ramayo, fueron los encargados de coronar la noche y hacer entrar en calor a un público encabezado por una abultada franja de niños y niñas que se adueñaron de gran parte del boulevard frente al escenario. Para ellos, Canticuénticos les tenía preparada una catarata de preguntas al ritmo de “¿Por qué, por qué?”, tema que integra el cuarto álbum homónimo que presentó durante la noche este consagrado grupo santafesino de música infantil.
Luego fue el momento de bailar el candombe con “Acá ta” seguido por las pegadizas coreografías y estribillos de “La murga del monstruo”, “El mamboretá” y “La rana rosita”. También hubo tiempo para curar todas las “chinches” con “Santo remedio” que contó con la sorpresiva entrada y participación de los coreutas de 7º grado de la Escuela Primaria de la UNL.
Carcajadas de chicos y grandes se sintieron cuando los artistas desafiaron a sumarse a “Tra tra que tra (trabalenguas)” antes de proponer un juego de palmas que anticipó la llegada de “La cumbia del monstruo”, uno de los temas más esperados que hizo mover a todos al ritmo del monstruo de la laguna. “Bate con la cucharita” y “Quiero para mí” terminaron de animar a un público que enfrentó la caída de algunas gotas con mucho baile y canto. “Hace frio pero se siente un calorcito muy lindo de esto que se comparte, que se siente y que nos junta”, dijo Ruth Hillar antes del cierre que trajo un bis con “Algo que decirte” y más ritmos del monstruo de la laguna.