En el día de ayer, se completaron los minutos que faltaban del partido suspendido entre Gimnasia y Boca luego de la represión de la bonaerense a los hinchas triperos. Así Boca ya tiene los mismos partidos jugados que sus rivales en la lucha por el campeonato, y a falta de una fecha, el torneo se define en un mano a mano entre Boca y Racing. Los de Ibarra reciben ni más ni menos que a Independiente y los de Gago reciben en Avellaneda al River de Gallardo. Morbo, suspicacias y mucha tensión en los dos partidos que definirán al nuevo campeón.
El partido arrancó con mucha presión de Gimnasia y con una constante que Boca sufrió todo el encuentro: las pelotas áreas y cruzadas, donde en un rebote la figura del Lobo, Aleman, casi mete el primero con una muy buena media vuelta. A los 10 minutos en Boca se lesionó el 9 y referente, Pipa Benedetto, por lo cual Ibarra debió poner al pibe Morales que completó la delantera junto al juvenil Langoni.
A los 20 minutos del segundo tiempo, con el partido igualado en el marcador, la defensa de Boca despeja en el área un ataque de Gimnasia, en el costado derecho de la mitad de la cancha Langoni va a pelear la pelota y se anticipa al defensor peinando el balón para Morales, quien abre a la izquierda para Villa; el colombiano avanza y se va acomodando para su derecha, justo al borde del área saca un fuerte remate que se estampa contra el palo izquierdo, del rebote salió un zapatazo de Pol Fernandez que el arquero del Lobo tapó pero con la mala suerte que dio rebote hacia el centro del área y ahí apareció Langoni que definió un poco mordido y puso lo que sería el definitivo 2 a 1 a favor de los dirigidos por Ibarra.
El domingo desde las 17 horas habrá fecha final, hay morbo, hay dos clásicos y habrá campeón, o no. En La Boca confían en acrecentar el predominio local de estos años con una nueva estrella. En Avellaneda Racing jugará en un Cilindro colmado contra un River muy irregular, pero que no deja de ser River. Saldrá campeón uno solo, ojalá sea en el marco de dos partidazos, jugados con alma y vida y sin margen para instalar ninguna sospecha.