En un particular avión ploteado con la lengua de los Rolling Stones, la Selección Argentina arribó al aeropuerto de Moscú a las 23.25 para alistarse para el comienzo del Mundial.

Desde allí, los jugadores harían migraciones en el pequeño aeropuerto y serían trasladados al búnker para descansar. Afuera estaba el micro de la Selección con la frase “Unidos por una pasión”, esperando para trasladarlos.

El último refuerzo fue Enzo Pérez, que estaba de vacaciones con su familia en Río de Janeiro cuando recibió el llamado de Jorge Sampaoli por la lesión de Manu Lanzini.