El miércoles, el padre de Carlos encontró la casa abierta y la falta de muchas pertenencias del jugador. Los responsables serían tres chicos de entre 12 y 14 años que viven allí.
En primeras horas de la mañana, un grupo de individuos ingresaron al edificio de la sucursal de Av. Facundo Zuviría y Llerena. Las alarmas se activaron y se dieron a la fuga.