Santiago Carreras serpentea entre los hombres de negro

Apareció la épica. La historia de los Pumas ya guarda un pedestal para esta victoria en Christchurch, sobre el equipo más emblemático del rugby: All Blacks. El seleccionado argentino consiguió su primera victoria en Nueva Zelanda, al cabo de 34 partidos de historial. Los hombres del haka capitularon al fin en su casa frente a la camiseta celeste y blanca. La tercera fecha del Rugby Championship 2022 emuló a aquella gesta del 14 de noviembre de 2020, cuando los Pumas se anotaron su primer triunfo contra los neozelandeses, pero aquella vez en Sydney, Australia, a donde la pandemia de coronavirus había llevado al gran certamen del hemisferio del sur.

En Christchurch, la Argentina se impuso por 25-18 gracias a la extrema precisión de Emiliano Boffelli en los envíos a los palos, incluidos varios de larga distancia, y a un gran try de Juan Martín González Samso, una de las apariciones más impactantes en el seleccionado en los últimos tiempos. Dirigido por un australiano, Michael Cheika, el cuadro celeste y blanco resistió los embates de un adversario que tuvo posesión pero no profundidad y produjo disconformidad entre los hinchas. Los visitantes lo aprovecharon y consiguieron un logro que este sábado festejará en los 600 clubes de rugby distribuidos en el territorio nacional.

Argentina celebra a puro abrazo, luego del resonante triunfo ante All Blacks

Desde que asumió Michael Cheika, los Pumas fueron avanzando con pequeños y firmes pasos. La victoria ante los All Blacks es un salto que devuelve al seleccionado argentino a los primeros planos y lo pone en carrera, con un año por delante, con otras expectativas de cara al Mundial.

Con la defensa como bandera, con intensidad máxima durante los 80 minutos como exige siempre Nueva Zelanda y con orden y disciplina y ejecutando el plan de juego, los Pumas ahogaron a los tricampeones del mundo y disimularon las deficiencias en las formaciones fijas. Después de tres fechas, los Pumas están al tope de las posiciones del Rugby Championship, con los mismos 9 puntos que Australia pero mejor diferencia de puntos.

Los All Blacks no llegaron en su mejor momento, con cinco derrotas en los últimos siete partidos, pero venían de una victoria revitalizante ante Sudáfrica en Johannesburgo y buscaban afirmarse a partir de ese envión. Pero su mentalidad claramente no está donde acostumbra el mejor equipo del mundo y los Pumas sabían que si lograban meterles dudas en la cabeza podían hacerlos dudar y lo utilizaron a su favor. Los murmullos que bajaban de las tribunas del Orangetheory Stadium delataban el estado de ánimo del equipo local.

Fue a partir de un esfuerzo encomiable en materia defensiva, un aspecto que había sido deficitario al inicio del ciclo y había mostrado una mejoría paulatina. Como en el triunfo de 2020 en Sydney, el tackle arriba reteniendo al rival para enlentecer el ruck fue determinante para quitarle dinámica a los All Blacks. El 96% de efectividad en el tackle (sólo ocho yerros en 203 intentos) es astronómico, pero no refleja la entrega contagiosa de los jugadores argentinos. En esa mayor actitud estuvo la diferencia del partido.

La constatación de esto se plasma en dos jugadas en que los All Blacks sí lograron ir para adelante imponiéndose en el contacto y logrando envión para avanzar fase a fase. En el primer tiempo, tras una acción de 17 fases debieron conformarse con volverse a su campo con tres puntos. En el segundo, con la posibilidad de empatar, una acción de 18 fases se diluyó por la recuperación de Matías Orlando tras una inacabable sucesión de tackles.

Los Pumas jugaron un partido tácticamente casi perfecto, ejecutando con presteza el juego con el pie y superando a los neozelandeses en el juego aéreo, un aspecto que una vez más fue determinante en el desenlace del partido. De una salida recuperada arriba por Emiliano Boffelli, precisamente, llegó el único try celeste y blanco, apoyado por Juan Martín González.

El próximo sábado volverán a enfrentarse, también en Nueva Zelanda. Será una excelente oportunidad para que los Pumas revaliden el impacto que acaban de conseguir.