En la mañana de este miércoles, un mecánico de 36 años salvó su vida de milagro al explotar un compresor de aire que estaba manipulando en un taller ubicado en barrio María Selva.

El artefacto explotó, y de la fuerza lo empujó contra una pared causandole una fractura de codo y lesiones en el antebrazo.

Una dotación de bomberos y una ambulancia del 107 lo asistieron y trasladaron de urgencias a un centro médico donde se lo estabilizó y preparó para algunas cirugías reconstructivas en la zona lesionada.

El padre del joven, en díalogo con los medios, aseguró que por la gravedad del hecho, fue un milagro lo que le ocurrió a su hijo ya que hasta hubo daños estructurales en una pared.