Colón transita una etapa poco frecuente en su larga y rica historia. Se encuentra viviendo momentos extraños de algunas dudas e incertidumbres, pero tiene que saber que todavía sigue como puntero de su zona y con grandísimas chances de acceder a aquella tan ansiada final que lo deposite en una posibilidad directa de recuperar ese estado de privilegio que logró construir con el paso del tiempo y del que nunca debió irse.
El retorno a primera está en marcha y está muy avanzado. Ayer, Godano pidió que todos estén en el mismo camino, haciendo mención a que todo lo que se dice en redes “le llega al jugador” y pidió que sigan por el camino que vienen hasta ahora, haciendo referencia a que se encuentran cada vez más cerca de lograr el objetivo.
La próxima parada sabalera será frente a la Fragata, equipo que no viene del todo bien y pelea en la zona baja de la tabla, pero que ya cambió el entrenador y empezó a mostrar algo diferente. Es sabido que de visitante a Colón se le suelen complicar un poco mas los partidos, pero es hora de dejar atrás dichos fantasmas y demostrarle a todos que está dispuesto a cambiar ese paradigma.
Con respecto al equipo, Iván Delfino fue claro en cuanto a los dos nuevos refuerzos. Sabe que son muy necesarios para el plantel y es por eso que los quiere firmando planilla. Según se pudo averiguar, el cuerpo técnico quedó muy conforme con los tres entrenamientos del rosarino Rossi y es por ello que lo llevan a Buenos Aires. Por el lado de Garrido, todavía no pudo demostrar nada y es por ello que preferirían esperarlo una fecha mas. Igualmente las posibilidades de que viaje son muchas, mas que nada para que se interiorice con el plantel.
Un jugador que no iría a la capital nacional es Nicolás Leguizamón, ya que su lugar sería tomado por Rossi.
Con Antonini de lateral derecho y Henríquez en la zaga, la defensa será totalmente distinta. Es preocupante como Delfino no sube a ningún juvenil y ni siquiera se apersona a seguir de cerca el gran torneo que realiza el selectivo en su categoría. Delfino opta por improvisar con jugadores en puestos distintos, pero lo peor es que los mismos vienen de muchos minutos sin fútbol.